Siente la magnífica naturaleza por los parques de Málaga
Pasear por jardines exuberantes de plantas tropicales sintiendo la brisa marina en tu rostro es un regalo que pocas ciudades pueden hacer a quienes las acogen. Por eso, nunca debemos acostumbrarnos a cuanta belleza tengamos en nuestra Ciudad Magnífica de Málaga. Salir a la calle, guardar el móvil y verla con ojos renovados es el plan que San Miguel te trae para que halles una y otra vez cada rincón verde de tu ciudad.
Si arrancamos nuestra singular ruta paisajística pensando en qué ver en Málaga, la clave está en las inmediaciones del archiconocido Parque de la Alameda en Málaga. Se trata de un pulmón verde que engloba el patrimonio cultura más importante de la ciudad. Un espacio limitado por la Alameda Principal y el Paseo de España, paralelo al Muelle, cuyos jardines se extienden desde la Plaza del General Torrijos hasta la Plaza de la Marina.
Monumentos cercanos
Lo ideal es que justo antes de adentrarnos en él, nos pasemos para ver los monumentos que la colindan, como la Catedral. Llegamos por la Plaza del Obispo o bordeándola para ver los jardines laterales de La Manquita, y escuchar el discurrir del agua de sus fuentes por la mística calle Císter; que leyendas aparte… él único hecho paranormal es el que diga que nunca se ha tomado una San Miguel viendo la Catedral ¡será fantasma!
Tampoco podemos dejar ver muy cerca de esta mítica Alameda, la calle Alcazabilla con su anfiteatro romano y su Palacio de la Aduana. Y así, al final de esta concurrida vía nos adentramos en la historia que también encierra estos jardines.
La Alameda de Málaga es uno de los parques de Málaga más conocidos. Por sus 800 metros de longitud, y sus tres calles o paseos de diez metros de anchura, es fácil encontrarse al malagueño que hace algo de deporte, el que pasea tranquilamente, el que está sentado leyendo en un banco o familias disfrutando de las zonas infantiles. ¡Lógico!, con sus más de 30.000 metros cuadrados, en el que se unen naranjos y cipreses, se podría decir que es el jardín de los malagueños.
La Historia del Parque
Y como lo que estamos es redescubriendo nuestra magnífica ciudad, tendremos que recordar algunos datos curiosos como que se construyó en el siglo XIX comiéndole terreno al mar por la frenética actividad portuaria, y que se lo debemos al famoso político malagueño de la época Antonio Cánovas, quien logró por orden real que fuera un jardín público para todos.
Así, es como el malagueño tiene este pedazo de tierra que antes era mar, y que ahora cuenta con plantas tropicales que se traían los comerciantes de lejanos países como los plátanos orientales, ficus y palmeras. Situémonos, hace dos siglos eso era el top ten de lo exótico.
Y como otra cosa no, pero en esta Ciudad Magnífica sabemos aprovechar el espacio, entre tanta vegetación que palia el calor veraniego, encontramos el maravillo Recinto de Eduardo Ocón. Un auditorio al aire libre que celebra actividades culturales, sociales y recreativas. Y que todo el año acoge actividades. ¿Cuántas Magnas habrán sido testigo de lo que en este escenario ha acontecido…?
Este paraíso junto al puerto de Málaga, en el que puedes hacer una parada táctica en el restaurante de Gutiérrez Puerto (Palmeral de las Sorpresa) para tomarte algo de fritura malagueña con una Magna 0,0, es tan grande que se divide en muchos partes; algunos históricos, como los Jardines Pedro Luis Alonso, junto al Ayuntamientos o los Jardines Música Vieja, donde antiguamente la banda tocaba al aire libre.
Visita los jardines que la rodean
Sin embargo, si buscamos respirar aire fresco y tranquilidad existen muchos parques y jardines en Málaga emblemáticos que son de gran belleza como los Jardines de Puerta Oscura; los Jardines de Alfonso XII, también conocidos como Jardín Militar, o los Jardines de Picasso, inaugurado en 1981 con motivo del centenario del nacimiento de una de las figuras malagueñas más célebres de la historia: Pablo Ruiz Picasso.
Pero vamos, si hay un jardín por excelencia en Málaga por su alto valor botánico ese es, precisamente el Jardín Botánico-Histórico La Concepción. ¡Una pasada para echar un día entero admirando las variedades de plantas que alberga! Y como tiene zonas dónde pararte a tomar algo, el momento lo redondeas con una San Miguel fría y ¡a seguir explorando!
Aunque si queremos seguir descubriendo más allá de la capital, el Parque de La Alameda de Marbella es el lugar idóneo para contemplar la naturaleza. Esta gran zona verde es del siglo XVIII y se extienda por 20.000 metros cuadrados… ¡toma ya! Viene a ser casi el 20% de su núcleo urbano… ¡esto sí que es un pulmón verde!
Aquí, entre sus seis glorietas flanqueadas estratégicamente con bancos, fuentes y sus calles de peatonales puedes dar ese paseo relajante un día cualquiera. Porque para convertirte en un turista en tu propia ciudad sólo hace falta mirar con ojos curiosos. Esos mismos que te llevan a encontrar locales nuevos donde sirven una Magna bien fría. Si no pierdes nunca la curiosidad por tu Ciudad Magnífica de Málaga, San Miguel siempre te acompañará. ¡Salud!