Para conocer bien una ciudad hay que tomarle el pulso, conocer sus propuestas, sentir su ambiente y, sobre todo, probar su gastronomía. Cervezas San Miguel quiere acompañarte a hacer todo esto en Pamplona para que sepas por qué estamos ante una de las Ciudades Magníficas. Y la mejor forma de hacerlo es salir por los bares de la ciudad y probar sus pinchos, esas maravillas culinarias en miniatura. ¿Te apetece acompañarnos?
El anecdotario popular dice que la calle San Nicolás de Pamplona tiene la mayor concentración de bares del mundo: 21 establecimientos en sus 190 metros de longitud, incluso más que la calle Antón Martín que, como dijo Sabina, tiene más bares que Noruega.
Pero lo que revela este hecho es que su oferta de bares es de récord. Y en Pamplona, donde hay bares hay pinchos, así que no es difícil suponer que el muestrario de delicias en miniatura es interminable. ¿Hacen falta más datos? Pues solo un apunte más: si la mayoría de la gente identifica la París-Niza como una carrera ciclista que se celebra en Francia, en Pamplona se trata de una ruta de bares que va desde el bar París, en Jarauta, hasta el bar Niza, junto a la plaza de toros. Un recorrido de 44 locales y sociedades del Casco Antiguo que la gente que se anima a completar realiza con una cerveza bien fría (Magna a ser posible) en una mano y un pincho en la otra… en cada bar.
Salir de pinchos por Pamplona es todo un ritual. A la hora del almuerzo, a partir de las 12.00, la gente se echa a la calle e inicia su particular ruta en busca de las mejores delicias. La cultura del pincho está tan extendida que todas las primaveras desde hace años se celebra la Semana del Pincho de Navarra: un concurso en el que varias decenas de bares compiten por ver quién presenta la propuesta más apetecible. Sugerente, ¿verdad? Un motivo más que justificado para dejarse caer por la zona a finales de marzo.
Casa Otano
Pero con tanta oferta quizá te resulte difícil saber dónde comer los mejores pinchos en Pamplona. Como puedes imaginar, las calles Estafeta, San Nicolás, San Antón, Zapatería y la Plaza del Castillo son lugares emblemáticos que albergan varios de los mejores locales de pinchos de la ciudad. Casa Otano es uno de ellos, en pleno corazón del tapeo pamplonés. Aúna en un solo establecimiento la pensión, un restaurante fantástico y una taberna en la que puedes encontrar desde ibéricos, croquetas y chistorras hasta delicias como ensaladilla de marisco con chips de boniato y rabanito, y txipiron a la plancha en tosta de alioli y verduras en tempura, entre muchas delicias.
La Mandarra de la Ramos
Justo a su lado está La Mandarra de la Ramos, uno de esos locales con influencias taurinas que tiene unas raciones y unas cazuelicas espectaculares, en las que manda el producto y la cocina tradicional: hay que probar el ajoarriero casero, los morros y callos picantitos, y cualquiera de sus huevos rotos.
Baserri Berri
En esta misma calle tampoco puedes perderte el Baserri Berri ni su bOOmVeja!!, a base de pan de leche de oveja ahumada con lactonesa trufada y cordero estilo Thai; los Txerri nachos, y El Tigre de Singapur, un ceviche de escándalo.
El Iruñazarra
Muy cerca de San Nicolás, en la sanferminera Mercaderes, el Iruñazarra es una parada obligada para probar su Rompeolas, un pincho ganador elaborado a base de crujiente de arroz, txipiron y quinoa, relleno de guiso marino de mejillones, chipirón y gambas, huevas de trucha, aire de albahaca y algas marinas (casi nada).
El Fítero
Y en Estafeta una de las referencias es el Fítero, mucho más clásico pero con propuestas igual de sabrosas y apetecibles, como los pimientos rellenos de carne o de bacalao.
El Gaucho
Y el Gaucho, en Espoz y Mina, tiene una lista enorme de pinchos sorprendentes que hay que descubrir poco a poco: desde la bombita dos salsas hasta el crujiente de ajorriero con huevo pasando por el crocanti de morcilla con foie.
Bodegas Núñez
Además de estos templos del pincho, Pamplona cuenta con una oferta lo suficientemente amplia como para recorrer la ciudad a pie y redescubrir locales sorprendentes en los que disfrutar de un pincho y una buena Magna. Uno de ellos es Bodegas Núñez, y sus cazuelicas y almuerzos, que son recetas de siempre preparadas de la forma más sabrosa: patas, rabo, txungur con caracoles, oveja guisada, gallina con arroz, habas con cola de cerdo… para chuparse los dedos.
El Mon
Si buscas una propuesta más internacional pásate por el Mon, en la calle Cataluña: sus miniplatos del mundo incluyen propuestas de Asia, México, Portugal, Italia y hasta Islandia, con su bacalao con confitura de tomate. Todo ello, sin descuidar el producto local.
Gastronomía, buen ambiente, bullicio y ganas de disfrutar. Estos son los ingredientes que hacen de Pamplona una de las Ciudades Magníficas que Cervezas San Miguel te anima a explorar.
