1966
Habíamos inaugurado la fábrica de Málaga y la España en blanco y negro se había terminado. Eran los coloridos años Ye-Yé. Inspirados en esta tendencia diseñamos un cartel de formas ovaladas, como si fuese una mirilla desde la que se podía imaginar los habituales guateques de la época donde uno podía tomarse una San Miguel y relajarse. El lema “De Fama Mundial” evocaba nuestra historia internacional y hacía un guiño al sentimiento Ye-Yé, que nació originalmente en Francia, se extendió por varios países europeos y caló profundamente en la juventud española.